POR SEBASTIÁN SAAVEDRA
Gerardo Ferrero es un ex corredor campeón sudamericano de karting, quien hoy se desempeña como presidente de APAD, escuela fundada en 1981 del kartódromo de Ciudad Evita. Charlamos sobre la actualidad y la historia de esta hermosa actividad.
– ¿Cómo nace tu pasión por el karting?
Nace con uno. No sé si será algo inherente a la raza humana, pero en lo particular no sé de dónde vendría la explicación. Es el común denominador de la gente que tiene distintas actividades deportivas o culturales. Por otro lado, desde chico me llamaron la atención los autos, y la sensación de manejar un karting me hizo un clic adentro. Un vecino tenía uno muy lindo con sistema de pedales que lo hacía ir más rápido que yo, y no me lo quería prestar. Así que busqué la excusa jugando a ser el mecánico, y cumplí el objetivo y me lo prestó.
– ¿Y cómo llegaste a ser presidente del kartódromo?
Mi papá fue presidente junto a un grupo maravilloso de papás entusiasmados. La escuela funcionaba detrás de la tribuna principal del autódromo, que por ese entonces era municipal de la Ciudad de Buenos Aires. Bajo la presidencia de mi viejo se consiguió el espacio y se construyó el kartódromo. Hoy en día sigue pasando que si vemos que las cosas no están en condiciones nos juntamos casi 30 personas con nuestras familias, y todo a cuestas, porque es necesario que eso vuelva a brillar. Y no por ser referente, sino que tenemos que capitalizar los 30 años posteriores a nuestro alejamiento y generar un legado.
Somos 30 socios fundadores y la comisión directiva, con muchos proyectos, pero seguimos siendo referentes sudamericanos, ojalá podamos estar entre las 10 mejores del mundo.
– ¿Cuál es el rol o el trabajo que realizás en ese cargo?
Lo que más me llega es la parte lúdica en lo que tiene que ver con la formación de pilotos. Inclusive con algún sentimiento encontrado, porque no deja de ser un deporte de riesgo, pero la balanza me da positiva cuando pienso que de todas maneras los chicos lo llevan adentro, y con eso me siento identificado. Así puedo colaborar con su performance deportiva, y capitalizar nuestras experiencias sobre nuestros errores.
El programa de formación está creado no solamente para los chicos que apuntan al profesionalismo, sino que también es un espacio de paso, descubrimiento y juegos que no les hagan sentir presión. Con un ejemplo de este tipo, aplicamos un plan de trabajo y un concepto que en la vida todo amerita estudio práctica, y sobre todo estar bien conceptuados. Y a partir de ahí buscar la performance.
– ¿En qué situación está hoy el karting en Argentina y el mundo?
En el mundo lo veo fuerte, pero con grandes individualidades, que es una cuestión cultural nuestra: siempre falta trabajo en equipo. Nosotros venimos a predicar justamente eso: el trabajo en equipo. Estamos siempre institucionalmente abiertos al diálogo con todas las categorías, entidades, kartódromo, colegas. La idea es afectar al karting nacional a un 100%. Por una cuestión geopolítica es difícil apuntar a la Fórmula 1, es más largo el tema, pero sí nos podemos proponer que tiene que haber 10 pilotos argentinos que estén a la altura de las circunstancias para que sean candidatos a ganar los campeonatos del mundo, sobre todo en la FIA.
– ¿Algo más que quieras agregar?
Lo que pregonamos en la escuela de pilotos son los buenos valores, los clubes sociales y deportivos, y la formación de calidad que alguna vez supimos tener en el país. Perfil bajo, humildad, no buscar fama inmediata y generar contenidos en las personas en cuanto a valores se refiere.
