A Cooper Greenwood, un niño de 9 años con el síndrome de Aicardi-Goutières, se le averió su silla de ruedas mientras se encontraba de viaje con su familia en una autocaravana en Australia.
Como todos sabemos la silla de ruedas es crucial para la movilidad y la independencia de Cooper, “se siente muy frustrado y deprimido” dice su madre refiriendo a cuando no tiene su silla.
La familia utilizó a las redes sociales para encontrar ayuda en la pequeña ciudad de Kununurra, Australia Occidental, y ahí encontraron a Mick Scott, un mecánico de un pequeño pueblo, que se ofreció a ayudar ayudando a esta familia. Mientras Scott arreglaba la silla, la familia continuó su viaje hacia las cataratas Mitchell de East Kimberly, donde Cooper pudo disfrutar de un paseo en helicóptero por primera vez. Al regresar, la silla de ruedas estaba lista para ser utilizada nuevamente.
“Simplemente súper, súper feliz de poder solucionar el problema” dijo el mecánico Scott al saber que había arreglado el problema de esta familia. Gracias a la solidaridad del mecánico y las redes sociales Cooper pudo continuar con su viaje y disfrutar de unas vacaciones con su familia.
Fuente: CórdobaBN