POR TOMÁS ROBBIO
Santiago Liniado es un joven de 21 años que padece una parálisis cerebral y espasticidad, sin embargo, lejos de preocuparse por eso, él explica que “intenta no darle importancia y seguir adelante en la vida”. Para ello, él realiza múltiples actividades, pero la más destacada y, quizá, llamativa, es la de Powerchair. La finalidad de este deporte es desarrollar el fútbol en sillas de ruedas motorizadas para integrar a personas con discapacidades motrices a la práctica deportiva y promover su inclusión social.
El Powerchair consiste en un encuentro entre 8 jugadores (4 por equipo) en un gimnasio o cancha de básqet, de dos tiempos de 20 minutos cada uno, y con sillas equipadas con protecciones metálicas para atacar, defender y golpear una pelota de fútbol de 330 milímetros de diámetro. Gana aquel equipo que anota más goles.
De todos modos, no es la única práctica que hace Santiago, además, nos cuenta que toca la batería, que le gusta el ajedrez, que estudia producción musical y sonido en la escuela técnica ORT y que desarrolla la eutonía, una disciplina corporal transdisciplinar de autodesarrollo. La misma se centra en lograr el equilibrio armonioso de la tonicidad en constante adaptación a la actividad y las acciones de la persona en cada momento de su vida.
A diario se maneja con un andador y también tiene una tricicleta que le permite movilizarse con mayor fluidez. Remarca que es una persona proactiva y que pretende estar en constante movimiento. Por tal motivo estudia y realiza tantas actividades.
Con respecto a su situación y el comportamiento de la sociedad, Santiago nos comenta que cada día se sorprende por la buena predisposición de la gente y aclara: “Cuando me ven que estoy por cruzar la calle o subirme y/o bajarme del auto, se acercan y me consultan para darme una ayuda. La gente, en general, es muy buena conmigo”.
Así es Santi, una persona simple que pese a sus dificultades intenta mostrarse risueña y agradecida. Le resta importancia a las dificultades que le antepuso la vida y prepondera seguir hacia adelante. Sin dudas, lleva una vida que al resto le enseña a vivir.
