Stephanie Melgarejo superó el prejuicio de chica y logró jugar en el Millonario. Su admiración a Gallardo y la pregunta que le haría.
‘No vas a llegar a ningún lado, hija. Deja el fútbol, no está hecho para mujeres’. Esas palabras resonaron en la cabeza de Stephanie Melgarejo causando que dejara de entrenar por un año. Pero se dio cuenta que era su sueño y, sin importarle, la vecina de San Martín venció esas barreras y hoy es titular en River Plate y espera volver a jugar para la Selección Nacional de fútbol femenino. “Ese comentario de mi papá fue el más doloroso que recibí porque hizo que yo dejara de entrenar. Volví a la cancha teniendo 15 años ya que a una compañera de fútbol le dijeron que me querían probar para un equipo. Ahora él está muy orgulloso de mí y se arrepiente de lo que me dijo”, afirmó.
Hoy, ya acarrea en sus espaldas un largo recorrido por canchas, equipos y hasta la Selección de fútbol femenino, a la que sueña con volver. Otro de sus sueños, cuenta, es pisar el césped del Monumental de Núñez, que el DT Marcelo Gallardo reserva para el equipo de Primera División y ni las Inferiores del fútbol masculino usan como sede en los partidos de Reserva.
Su historia
“Me empezó a gustar el fútbol desde los 11 porque mi hermano, Marcelo, jugaba en la calle con sus amigos y cuando estaba solo hacía jueguitos con la pelota que para mí eran difíciles de hacer. Una vez me animé a decirle de jugar con él y me volvía loca con la pelota, no se la podía sacar, hasta que se me presentó la oportunidad de ir a entrenar a un equipo”, cuenta Stephanie.
En Independencia, club que tiene el mismo nombre que su barrio natal, inició su etapa deportiva a los 14. “Iba a entrenar con chicas más grandes, aguanté el hecho de no jugar los fines de semana con ellas porque mi físico no me ayudaba mucho”.
Con una compañera del equipo fueron a preguntar cuándo eran las pruebas para entrar a River y se llevaron una sorpresa: “Nos dijeron que ese mismo día iban a entrenar. Fui de jean y zapatillas y jugué igual. El nivel de juego era otro, quizás estaba a su altura, pero me dijeron que esperé un año para ver si progresaba”.
“Muchas veces me acostaba en la cama y decía que no iba a poder alcanzarlo porque era muy difícil. También pensaba que, al venir de un barrio humilde, me iban a decir que no me querían más… todas esas cosas me condicionaron mucho”, reflexiona la deportista.
Su posición
Aunque en su barrio jugaba como delantera, en River probó como defensora y quedó: “Pasó un mes y medio y me subieron a primera. La pretemporada me ayudo muchísimo porque crecí en todos los aspectos de mi vida. Cuando tuve que firmar el contrato, subimos el equipo completo a un escenario y vinieron nuestras familias, no lo voy a olvidar nunca”.
Jugó en la Bombonera, en el Estadio de Gimnasia, de Lanús y Vélez, pero su sueño es debutar en el Monumental. “Si yo no lo puedo cumplir, espero que otras jugadoras lo logren. En el estadio siempre pregunto por qué no podemos jugar y es difícil la respuesta y que me quede clara”.
Sobre su futuro, Melgarejo opinó: “Estoy de titular en River y jugué para la Selección Argentina, pero estoy esperando a que me vuelven a llamar. Ya cumplí 20 y tengo que esforzarme más para estar en las superiores. Realmente anhelaba poder ser parte de este mundo futbolístico y tener una camiseta con mi nombre y apellido”.