En lugar de atacarlo, la mujer decidió que el animal se podría quedar a vivir.
Un milagro de Navidad y que llegó para contagiar con su ternura y alegría a toda una familia. Así podria resumirse la historia de Cometa, un simpático ciervo que llegó a la casa y a la vida de una familia de Nueva Zelanda hace exactamente un año y que les ha cambiado la vida.
Esta Navidad, Cometa cumple un año viviendo con Jasmine Peters (16) y su padrastro Shawn Ireland (52), ya que el hombre lo llevó a casa para la Navidad del 2020. Cuando lo encontró era apenas un cervatillo que había sido abandonado por su madre, por lo que la alegría fue mutua: Cometa les alegró sus rutinas a las personas, y las personas le dieron una segunda oportunidad al ciervo.
Si bien el trineo de Papá Noel es tirado por renos y son sus infaltables compañeros cada 25 de diciembre por la madrufgada, el parentezco entre estos animales y los ciervo es muy cercano. Por esto mismo es que Jasmine se inspiró en el nombre de uno de los acompañantes de Papá Noel para nombrar a su nuevo amigo.
Cometa se integró y adaptó rápidamente a la granja de la familia en Auckland (Nueva Zelanda). Y en un video que compartieron sus compañeros humanos se lo ve, no solo corretear por el lugar con una inmensa felicidad, sino también jugando con algunos perros y hasta una vaca con quienes comparte espacio.
“Cometa es como un Bambi de la vida real: hace piruetas, come mucho y es el animal más tierno que he tenido. Definitivamente salta y hace muchas piruetas, especialmente cuando salgo a verlo. Ahí comienza a emocionarse”, describió Jasmine. Su dieta balanceada está integrada por manzanas (su alimento preferido), aunque todavía no ha logrado abandonar del todo la mamadera. Por esto mismo es que, cuando Jasmine sale para alimentarlo, Cometa se rinde a sus pies de la felicidad.