Tras su formación, se integró al cuerpo de seguridad municipal de Guayaquil. Conocé su increíble historia.
Las mascotas son capaces de hacer muchísimas cosas impensadas para los humanos. En esta ocasión, a la Plaza de la Administración, en la ciudad de Guayaquil, en Ecuador, llegó un perro de aproximadamente un año. Javier Zavala, subjefe de seguridad del Palacio Municipal de Guayaquil, lo rescató de su situación de abandono y lo adoptó. Inmediatamente, Zavala lo inscribió en el programa de adiestramiento canino del que dispone la Infantería de Marina del Ecuador. Pronto, la alcaldesa Cynthia Viteri conoció su historia, le regaló una casita de madera. Otros oficiales como el teniente coronel Renzo Guerrero, comandante del Grupo de Fuerzas Especiales del Ejército, le obsequió una chaquetilla militar con su nombre bordado y otros oficiales le dieron ropa y una guayabera blanca (camisa de manga corta), prenda típica de Guayaquil.
El sabueso es desde ahora un agente auxiliar del Palacio Municipal tras concluir satisfactoriamente con su proceso y ayer fue recibido con una calle de honor integrada por agentes de control, después de 3 meses de adiestramiento básico de obediencia en la Escuela Canina de la Infantería de Marina, de la Base Naval San Eduardo, en Guayaquil.
Centro de adiestramiento
- El Cuerpo de Infantería de Marina cuenta con un centro de adiestramiento canino desde el 2002, cuando inició la primera Promoción de Guía de Canes Básico Infantes de Marina. La institución se instaló con la finalidad de brindar un aporte al personal militar en las operaciones de seguridad, control para la detección temprana de sustancias sujetas a fiscalización, rescate de víctimas, además, por la pandemia, se ha entrenado a canes para detectar personas infectadas con COVID-19. Desde entonces, el personal guía de los canes ofrece frecuentemente demostraciones al público se los procesos entrenamiento y apoyo que brindan los canes en las actividades que se cumplen en las operaciones militares y de control.
- El capitán de navío Fernando Recalde, comandante de la Infantería de Marina, explicó al diario El Universo que hay 10 canes ya amaestrados, 12 en proceso en un curso especializado en detección de drogas, además de Zeus, el perro en condición de abandono que adoptó el Municipio.
- En 2008 se abrió la Escuela de Guías de Canes con la intención de capacitar al personal y sus canes en la detección de estupefacientes. “Esto contribuye a ser más eficientes durante la ejecución de operaciones militares de defensa interna que ejecutan las FF. AA. en su ámbito legal, así como también en el apoyo a otras instituciones del Estado”, explicó al diario El Universo.
Cómo es el proceso
- El suboficial Julio Misquiro, jefe de los entrenadores de canes, explicó que el proceso de entrenamiento de los canes empieza con el comportamiento, avanza a las posiciones fundamentales de obediencia y concluye en la distinción de olores tanto para el control de estupefacientes como para la detección de personas contagiadas por el COVID-19.
- El amaestramiento de mascotas también se puede realizar en el hogar. Se debe tener tiempo, paciencia y voz de mando. Resulta contraindicada la agresividad. “Con voces de mando fuerte, ellos captan más rápido cuando el entrenador o el dueño les habla en inglés. Ellos entienden más rápido porque las palabras son más cortas”, indicó.
- En este momento hay 10 perros ya amaestrados que se encuentran cumpliendo funciones de seguridad, 12 se encuentran en proceso de entrenamiento para la detección de drogas. Entre estos grupos se confundía Zeus, el agente canino municipal que se acaba de concluir su entrenamiento. Cuando los canes terminan el proceso de adiestramiento son trasladados a unidades fronterizas del norte y sur del país, así como también en el litoral de Esmeraldas y Manabí, donde hay una alta probabilidad de que la amenaza del narcotráfico esté presente.