POR SEBASTIÁN SAAVEDRA
El pasado 5 de diciembre el mundo celebró el Día del Voluntario, una jornada que tiene como objetivo homenajear a todas aquellas personas que por deseo, propia voluntad y sin remuneración alguna participan de actividades solidarias en instituciones orientadas al servicio al prójimo.
Esta incansable labor es vital para nuestra sociedad, son personas que de manera desinteresada y de manera incansable promueven los buenos valores.
El incremento de las desigualdades hace necesario que trabajemos juntos para encontrar soluciones comunes.
Los voluntarios, atraídos por la solidaridad, desarrollan soluciones para los urgentes desafíos del desarrollo y para el bien común. Ricardo Pedace ex gobernador de Rotary y ex director ejecutivo de la Agencia Gubernamental de Control de la Ciudad. ¿Quién mejor que él para hablar sobre el voluntarismo y el servicio público?
-El pasado 5 de diciembre se conmemoró el Día Internacional de los Voluntarios, ¿qué significa este día para vos?
Ser voluntario nace con uno, no es algo que se aprende. Siempre quise estar acompañando y tratando de trabajar para los demás en los grupos del colegio, o en la iglesia. En esos lugares podía sentirme feliz y darle una mano a la gente.
-¿Qué es ser un voluntario del Rotary?
Primer que nada, para entrar tenés que ser invitado. Los que formamos parte siempre miramos alrededor a los líderes de la comunidad, y se los invita para participar. Ingresan como uno más, y de ahí en adelante vas presentando tus ganas de trabajar y presentar proyectos. En el camino queda un montón de gente que tal vez no llega a hacer el click, pero en mi caso siempre quise ingresar al Rotary y no podía hacerlo por falta de tiempo. Después de unas charlas e invitaciones, ingresé en 2013, y desde ese 6 de mayo soy socio del Rotary Club de Caballito, donde ya ejercí la presidencia.
-¿Cuándo descubriste tu vocación?
Cuando estaba en la escuela primaria, la Policía Federal daba charlas de educación vial en el colegio, y ponderaban la meritocracia tanto los hombres de la policía como los docentes. Así seleccionaban a los mejores alumnos para ser el “alumno guía”. En ese primer gesto de liderazgo y voluntarismo fui elegido para cuidar a mis compañeros en las salidas del colegio, cruce de calles; ahí se originó mi vocación de ayudar a otros.
-¿Cómo es el trabajo que realiza la fundación?
Cuando ingresás a Rotary lo único que conocés es el club. Pero a medida que te vas adentrando conocés que hay diferentes lugares, y que esto es una organización internacional de más de 200 países, y 1.200.000 de rotarios. Todos los proyectos se realizan con presupuestos que generan la organización con donaciones de los mismos rotarios, y con los eventos de recaudación. La fundación tiene siete áreas de interés donde los clubes pueden realizar tareas de educación, medio ambiente, microemprendedores, y también es muy común que se trabaje a la salida de hospitales, agua salubre, entre otras. Se realizan proyectos en común con otros clubes del país, y el exterior para comprar lo que necesitamos.
-¿En algún lugar se cruzan tu carrera de policía con esta vocación?
Desde el primer momento están cruzadas. Aquel policía que no toma conciencia de que es un servidor público, y con toda la grandeza de la palabra “servidor”, se está confundiendo de carrera. El policía tienen que estar en forma permanente para solucionar los problemas. Cuando tuve la suerte de estar al frente de la comisaría 23 y 17, en la primera reunión al asumir la jefatura hablé de las distintas jerarquías y el trabajo de cada uno. Pero hice hincapié en los jóvenes oficiales de guardia donde les explicaba que todas las personas que van a la comisaria, por más sencillo que sea el trámite, lo toman como un drama. Así que debíamos siempre solucionar el problema, y no generarles uno más.
-¿Algo que quieras agregar?
A todos los que pueden estar leyendo esta nota acérquense a un club rotariano que siempre se necesitan manos para trabajar. Estas organizaciones de servicio se nutren de gente que tiene poco tiempo, y que ayuda como puede para que las cosas salgan adelante.