Un accidente laboral, una oportunidad para rehacer su vida y resiliencia pura. Qué necesita David y cómo transformó su dolor en un ejemplo de resiliencia.
Un mal episodio laboral cambió la vida de David Kuray, el26 de julio de 2005. En un taller mecánico de Wanda, Misiones, se quebró el taco que sostenía un camión y el chasis se le cayó encima. Quedó atrapado y sus compañeros de trabajo lograron sacarlo. En ese entonces tenía 25 años y le faltaban cuatro días para tener su propio taller, algo que todavía anhela. Por el episodio, estuvo internado y en rehabilitación en Rosario durante casi dos años. Sus hermanas se turnaban para viajar desde Misión San Francisco de Laishi, en Formosa, en donde pasó su infancia.
“Admiro su ejemplo, su corazón, su forma de ser, su fuerza para salir adelante porque nunca se quejó: él se levanta y va a hacer su trabajo”, dice con la voz entrecortada de la emoción Nathalie Kuray, su hermana menor. David nunca dejó de lado su objetivo: recuperarse y volver al trabajo de la forma que sea. ¿Cómo supo la gente de su situación? Ella fue quien días atrás publicó en su cuenta de Facebook dos fotos de David, sostenido por una estructura diseñada y construida por él mismo para poder trabajar parado en el taller que alquila en la ciudad bonaerense de Baradero, donde vive desde el 2008. El posteo tuvo más de 8300 compartidos, superó los 1800 likes y recibió más de 200 comentarios.
Un cambio rotundo en la vida y su situación actual
David ahora tiene 41 años y está en silla de ruedas. Aún tiene escaras y dolores constantes. Necesita una silla bipedestadora para mejorar su movilidad, pero no consigue el dinero suficiente. Desde hace 14 años espera cobrar la indemnización de la ART que le serviría para comprarla y para poder adaptar su casa a sus necesidades.
Sin embargo, tanto para su familia como para otras personas con dificultades de movilidad se convirtió en un ejemplo de resiliencia. “Al accidente no lo sentí como una pérdida. Estando sano podría haber logrado otras cosas, pero no me quejo porque pude salir adelante y ayudar”, aseguró. “En mi vida yo escogí ser alguien más, no un parásito. Alguien que se levanta todos los días a buscar el pan. Yo elegí ser parte de la sociedad y no aislarme, porque más allá de la discapacidad, tengo la posibilidad de mostrar que se puede”, contó y en esa línea agregó: “Yo siento agradecimiento a Dios. Humanamente no es fácil y el trabajo es un cable a tierra. Me comprometo con la gente y eso me lleva a levantarme porque tengo máquinas que entregar”.
Una construcción especial
Para cumplir su objetivo de volver al trabajo, David se puso manos a la obra y no solo construyó la estructura que lo sostiene parado sino que además, aplicó su conocimiento y creatividad para adaptar una camioneta y poder viajar sin depender de nadie: logró ubicar el acelerador, el freno y el embrague en una palanca cerca del volante. “Uno puede ser totalmente independiente, uno no quiere ser una carga para la familia o los amigos. Hoy agarro mi camioneta y nos vamos con mi señora a pasear”, explica.
La cara solidaria
Como si fuera poco, David no solo implementó la resiliencia para su situación, sino que también ayudó a otra chica. Es que está ideando un aparato que le mejore la movilidad a una chica que sufrió un accidente y también le da esos consejos que solo pueden desprenderse de la experiencia personal. “Me gusta cuando puedo ayudar a que alguien tenga una mirada diferente de su realidad, que pueda vivir la vida, y lo más importante: sentirse útil y libre”.
FUENTE: TN
Que bueno lo tuyo David!!!
Felicitaciones
Eres un ejemplo a seguir…
Un
Abrazo …..