Su nombre es Joseph Bentley, y en su último año en el Grado de Diseño y Tecnología de Productos por la prestigiosa Universidad del Reino Unido, Loughborough, creó un dispositivo que ayuda a detener la pérdida de sangre tras un corte de arma blanca y a sellar mejor las heridas. Éste infla una manga similar a un globo de silicona, con el objetivo de aplicar presión y que la sangre pueda coagular. Una vez que es necesario quitar el globo, se desinfla lentamente, sin originar daño ninguno a los coágulos.
Con este invento, Bentley pretende salvar cientos de vidas al año, al tener la posibilidad de detener una hemorragia en menos de un minuto. Un método mucho más eficaz e inmediato que el actual, que consiste en aplicar una gasa durante mucho tiempo, y que corre el peligro de reabrir la herida.
En la actualidad, se busca una patente para desarrollo, pero se espera que el dispositivo pueda pasar por todas las fases necesarias para garantizar su uso seguro y todos los servicios de emergencia: policía, personal de ambulancias y el ejército tengan acceso a él.